"Le Blanc" de Chanel

¡Muy buenas tardes! ¡Ya es viernes!

¿Cómo está yendo vuestra semana? A mi estas últimas semanas me están pasando volando, por mi cambio de vida. Será por tener menos tiempo libre o por estar más feliz que nunca.

Ya os comenté  en alguna ocasión que Chanel es una de mis marcas favoritas desde que hace 4-5 años probé mi primera base de maquillaje de esta marca (la Mat Lumière), que ha sido mi base infalible durante mucho tiempo y que no puedo dejar de reponer en cuanto se me acaba porque deja un acabado espectacular en mi piel y me ha sacado de muchos apuros. Últimamente he probado la nueva Perfection Lumière, que se ha convertido en otra de mis imprescindibles, pero ya os hablaré de ellas en un post específico sobre bases de maquillaje.

De Chanel he probado ya bastantes productos: bases de maquillaje, glosses, labiales, coloretes, contorno de ojos, polvos, esmaltes... ¡Y todos ellos me han encantado! No hay ninguno que me haya defraudado; en cuanto a calidad, olor y textura, para mí son inmejorables. Ya os he dicho en otra ocasión que, por ejemplo, a pesar de que los esmaltes no duran mucho tiempo intactos en la uña y el pincel no me gusta demasiado, en cuanto a colores, acabado y brillo no he encontrado otros iguales. Desde luego que los productos son bastante caros, pero a mí me compensa gastarme lo que valen a cambio de darme el capricho de usar productos de muy alta gama y obtener un resultado perfecto.

El producto del que os quiero hablar hoy se llama "Le Blanc de Chanel" y la firma lo describe como una "base embellecedora de la tez que actúa como una fuente de luz en la superficie de la piel procurándole un absoluto confort".

Tiene varias funciones:

          1. Su función más destacable es la de prebase que aporta luminosidad al rostro, dejando un efecto de buena cara, aplicándolo antes de la base de maquillaje (después de la hidratante habitual). Esto justifica que se llame "base embellecedora de la tez", ya que realmente deja el rostro despejado, lleno de luz y sin signos de fatiga.

          2. Otra de sus funciones es la de aclarar el tono de cualquier base de maquillaje fluida que nos quede oscura, bien sea porque la compramos en verano cuando estábamos más bronceadas y, al recuperar nuestro tono de piel normal, nos queda subidita de tono o porque la adquirimos sin probarla y, al tenerla en casa y aplicarla sobre el rostro, descubrimos que nos queda oscura, proporcionando un efecto máscara nada deseable.

Para ajustar el tono de la base, debemos mezclarla con cantidades sucesivamente mayores de "le Blanc de Chanel" poquito a poco hasta obtener el color exacto que buscamos. Yo suelo hacerlo directamente en el dorso de la mano, donde a continuacion mojaré la brocha con la que la aplicaré, pero podéis hacer la mezcla en un tarrito de muestras y guardar el exceso apara otras ocasiones. Hasta ahora no había conocido ningún producto que cumpliese este cometido y me ha encantado descubrirlo.

          3. La última de las funciones para la cual está diseñado es la de actuar como iluminador propiamente dicho. Para ello, debemos aplicarlo sobre la base de maquillaje en la parte superior de los pómulos, tabique nasal y arco de cupido, proporcionando puntos de luz. Si os soy sincera ésta es la única utilidad para la cual no lo he probado, ya que tengo iluminadores que me funcionan muy bien con este fin.

Este producto viene en un tarro de cristal transparente mate (similar al de la base Mat Lumière, aunque más ancho y bajo) con un tapón negro brillante con la doble C del logo de la firma y contiene 30 ml. El tapón es de rosca y no incluye dosificador, lo cual no me gusta nada porque el orificio que queda es bastante amplio y requiere volcar el envase para coger un poco de producto (sin que se derrame más de la cuenta). 

El producto tiene una fórmula similar a una crema bastante fluida, de color blanco. No aporta color y no hay diferentes tonos. En la foto podéis os enseño un poquito de producto aplicado en el dorso de la mano para que podáis apreciar más o menos la textura.

Para usarlo como prebase debe extenderse una pequeña cantidad por todo el rostro y deja la piel uniforme y tersa como la seda, muy luminosa y lista para recibir la base de maquillaje a continuación. No se ve un halo brillante ni, por supuesto, ni una mota de purpurina, sino que la piel se ve resplandeciente, descansada y renovada como si fuera de forma natural. En la foto es un poco difícil apreciar la luminosidad que aporta, pero en directo os aseguro que se nota mucho la diferencia en la piel del rostro tras aplicarlo.
Además, a mí me da la sensación de que el maquillaje dura más tiempo intacto cuando la uso, lo cual es otro punto a su favor. 

Evidentemente yo no la uso cada día porque ya me aplico bastantes cremas como para dedicarle 2-3 minutos más a mi cuidado facial matutino, pero sí que la utilizo para ocasiones en las que voy a estar mucho tiempo maquillada, para disimular noches de poco descanso o para eventos en los que me interese tener la piel especialmente perfecta. El resultado es precioso. 

Lo podéis comprar en cualquier perfumería o El corte inglés que tenga un stand de Chanel. Cuesta unos 40€, creo recordar. Aunque desde luego no es un producto imprescindible, si buscáis algo de este tipo, os lo recomiendo sin duda, porque es muy buen producto. 

¿Conocíais este producto? Clarins tiene uno muy similar, que se llama "Eclat Minute Embellisseur Teint" y la firma lo define como un embellecedor que despierta los cutis más apagados, por lo cual entiendo que cumple la misma función. Yo tengo una minitalla de éste que me vino en uno de los kits de los que os hablé aquí, pero no lo he probado todavía. En cuanto lo haga, os cuento qué tal me funciona. ¿Habéis probado vosotras el de Clarins? ¿Le sacáis alguna otra utilidad que yo desconozca? ¿En qué situaciones os gusta usar este tipo de cosmético? 

Muchas gracias por leerme. Que tengáis un día genial. Un besito